Me propongo con esta entrada,
que no será la única, repasar algunas dudas que pueden surgir al escribir
una carta, un cuento o una novela. Las llamaré píldoras ortotipográficas
aludiendo a la brevedad del artículo.
¿Cómo debemos escribir en una carta un saludo como
estos?:
«Estimado, Juan» o «Estimado Juan».
«Hola Juan» u
«Hola, Juan».
En esta primera píldora repasaremos el vocativo y la coma,
ese signo ortográfico cuyo uso nos puede hacer dudar.
Vocativo
Sirve únicamente para invocar, llamar o nombrar, con más o
menos énfasis, a una persona o cosa personificada, y a veces va precedido de
las interjecciones ¡ah! u ¡oh! (DRAE).
Uso
lingüístico (DPD)
Se aíslan entre comas los
sustantivos que funcionan como vocativos. Ejemplos:
— Javier, no quiero que salgas tan tarde;
— Has de saber, muchacho, que tu padre era un gran
amigo mío;
—
Venid aquí inmediatamente, niños.
Cuando los enunciados son
muy breves, se escribe igualmente coma, aunque esta no refleje pausa alguna en
la lectura.
Ejemplos:
— No, señor;
—
Sí, mujer.
Obsérvese en los ejemplos que
los sustantivos que funcionan como vocativos pueden ir en el centro, al
principio o al final de la oración. El vocativo llama la atención del
interlocutor con más énfasis cuando se coloca delante de la frase. Si se coloca
en medio o al final su función refuerza o suaviza la expresión.
Los vocativos, cuando ocupan el primer
lugar del enunciado, se escriben fuera de la pregunta o de la exclamación; pero
si van al final, se consideran incluidos en ellas (DPD):
Raquel,
¿sabes ya cuándo vendrás? / ¿Sabes ya cuándo vendrás, Raquel?
Hay que señalar que existe
una figura retórica llamada apóstrofe
que consiste en dirigir la palabra con vehemencia en segunda persona a una o
varias, presentes o ausentes, vivas o muertas, a seres abstractos o a cosas
inanimadas, o en dirigírsela a sí mismo en iguales términos (DRAE), de uso en
poesía, oraciones religiosas o discursos donde no suele utilizarse la coma de
separación entre la interjección y el nombre.
Ejemplo:
¡Oh noche que guiaste!;
¡oh noche amable más que el alborada!;
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
¡oh noche amable más que el alborada!;
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
«Noche oscura», San Juan
de la Cruz.
Encabezado de una carta
Normalmente comenzaremos
una carta o email con un saludo seguido de dos puntos (el uso de la coma en
lugar de los dos puntos es un anglicismo ortográfico que debe evitarse).
Ejemplos:
Estimado Luis:
Querida amiga:
Etcétera.
Obsérvese que entre Estimado/Querida y Luis/amiga no hay
coma pues en este caso los sustantivos no se usan como vocativos sino como
nombres que van acompañados de un adjetivo.
Es distinto cuando usamos el nombre como vocativo al
iniciar un email o carta informal con Hola. En este caso, después de hola siempre debe ir una coma.
Ejemplos:
Hola, luis:
Hola, amigos:
Etcétera.
©Manuel Navarro Seva
29 de octubre de 2014