domingo, 31 de agosto de 2014

Notas sobre San Petersburgo (XI). Teatros y auditorios

Los amantes de la música clásica, la ópera o el ballet encontrarán en San Petersburgo una magnífica oferta, en especial, durante la temporada alta, que coincide con el periodo de las Noches Blancas. Basta echar una ojeada a la programación que ofrecen los grandes teatros y auditorios. Hay mucho de que disfrutar en esta ciudad y poco tiempo si el viaje dura poco, como suele ocurrir, pero reservar una tarde o dos para acudir a una ópera o ballet en el Mariinsky, un concierto en el Mariinsky II, en la espectacular Sala Grande de la Filarmónica, en el Teatro del Hermitage, en el Alexandrinsky o en el Mijailovsky (antes Mussorgsky), merece la pena. Los precios de las localidades son aún asequibles en comparación con otras ciudades europeas.

Veamos con brevedad cada uno de los teatros mencionados.

El Mariinsky (edificio antiguo) 

Es uno de los más antiguos de Rusia (fue inaugurado en 1860 con la ópera de Glinka Una vida por el zar), y el más famoso fuera de las fronteras de la Federación. Está situado en la plaza del Teatro (Teatralskaya ploschad), enfrente del Conservatorio y muy cerca de la iglesia de San Nicolás de los Marinos.
Durante la época soviética se llamó Teatro Kirov y con ese nombre se conoce aún a su compañía de ballet el Kirov.
En este teatro se estrenaron numerosas óperas y ballets considerados obras maestras. Por citar solo algunos ejemplos: Borís Godunov de Mussorgsky o El lago de los cisnes y el Cascanueces de Tchaikovski, así como obras de autores europeos tales como Verdi o Wagner.
La sala del teatro es magnífica y dispone de una acústica excelente, pero las localidades no son cómodas. Cuatro horas de Aída en el palco central con visibilidad reducida, dependiendo de quien se siente delante, y sillas incómodas no son recomendables para la espalda.
XXII  festival ( 28 de mayo - 31 de julio) de las Noches Blancas (foto de Manuel Navarro)

Interior del Teatro Mariinsky (foto de Manuel navarro)

Esperando el comienzo de Aída (foto de Juana Vidal) 


 Fachada del histórico Teatro Mariinsky (Wikipedia, licencia cc, foto de A. Savin)
Canal que separa ambos edificios, el antiguo y el nuevo (foto de Manuel Navarro)


El Mariinsky II (edificio nuevo)

En el año 2013 se inauguró el nuevo Mariinsky, un teatro moderno con una espléndida sala de conciertos en forma de herradura y capacidad para 2000 personas: está junto al teatro antiguo, separado de este por un estrecho canal. El aspecto exterior es modernista, construido con piedra y cristales, y el interior está adornado de mármol, piedra ónyx de color miel y lámparas de diseño. El conjunto resulta algo frío pero es luminoso y elegante. La sala de conciertos tiene una buena acústica.
Disfruté de la novena de Beethoven acomodado en uno asiento cómodo y un ambiente festivo, aunque la sala no estaba llena.
A la gala de inauguración acudió Putin y artistas como Plácido Domingo entre otros.

Escenario del Mariinsky II (foto de Manuel Navarro)
Vista interior del Mariinsky II (foto de Manuel Navarro)


Salas de la Filarmónica de San Petersburgo

La Filarmónica dispone de dos salas de conciertos: La Sala Grande (Bolshoy Hall) situada en la calle Mijailovskaya, 2, en la plaza de las Artes, y la Sala Pequeña, en la avenida Nevsky.
La Sala Grande está considerada como una de las mejores salas de conciertos de Europa. Su acústica es perfecta y su interior, elegante y de una belleza incomparable. Tiene capacidad para 1500 personas y está adornada de grandes columnas blancas y un conjunto de lámparas que impresionan.
En ella han actuado numerosos artistas de renombre mundial como Lizst, Berlioz, Wagner, Mahler, Rubistein, por citar solo algunos. Y se han estrenado obras de la tradición rusa de compositores como Tchaikovsky, Borodin, Mussorgsky entre otros.

Solo ver la Sala Grande ya es un espectáculo inolvidable.

Sala Grande de la Filarmónica (licencia CC, foto de leiter's blues)



El Teatro del Hermitage

Ocupa uno de los cinco edificios del complejo del Hermitage. Es un teatro pequeño (dispone de solo ocho filas en herradura) pero espléndido y muy hermoso, decorado con mármoles y columnas clásicas. Fue construído entre 1783 y 1787 por Giacomo Quarenghi por mandato de Catalina II. Está comunicado con los edificios del Hermitage por un arco techado sobre el canal de Invierno. En la actualidad se siguen ofreciendo obras teatrales, conciertos y ballets. Está situado en el malecón de los Palacios, 34.

Teatro Hermitage (licencia CC, foto de Farsa Mag) 

 El Teatro Alexandrinsky

Fue construido por el arquitecto Carlo Rossi en estilo neoclásico, entre 1828 y 1832 para la compañía de teatro imperial de San Petersburgo e inaugurado en agosto de 1832. Está situado en la plaza Alexandrinsky (hoy plaza Ostróskogo), en la avenida Nevsky.
En el año 2006 fue restaurado y las instalaciones interiores modernizadas.
Durante la temporada de verano, cuando la compañía de teatro está de gira, su escenario se utiliza para los ballets clásicos rusos presentados por las mejores compañías de ballet de San Petersburgo. En este magnífico teatro se pueden ver los ballets más famosos como El lago de los cisnes, Giselle, La bella durmiente o Cascanueces.


Fachada del teatro Alexandrinsky (licencia CC, foto de Florstein) 

Plaza Ostróskogo, al fondo el teatro Alexandrinsky (foto de Manuel Navarro) 


El teatro Mijailovsky 

Es uno de los más antiguos teatros de ópera y ballet de Rusia. Está situado en un edificio histórico del Barrio de las Artes, muy cerca del museo Ruso. Antes se llamó teatro Mussorgsky y en él se representaban las óperas en ruso a precios muy asequibles (hablo de los años 2002 y 2003).
Desde el 2011 el director artístico del renovado Mijailovsky Ballet es el famoso coreógrafo español Nacho Duato.

Teatro Mijailovsky (licencia CC, foto de A. Savin)








sábado, 16 de agosto de 2014

Notas sobre San Petersburgo (X). Museo Hermitage

San Petersburgo posee un lista inabarcable de museos. Para un turista que disponga de pocos días es imprescindible elegir teniendo en cuenta sus gustos y prioridades, pero marcharse de la ciudad sin visitar durante unas horas el museo del Hermitage es imperdonable.

El complejo arquitectónico del Hermitage consta de: el Palacio de Invierno, principal edificio del museo que fue la residencia oficial de los zares hasta la revolución del año 1917; el Pequeño Hermitage, situado junto al anterior, mandado construir por Catalina II; el Teatro del Hermitage, también construido por  orden de Catalina II; el Palacio Menshikov y el Edificio del Estado Mayor. Al llegar desde la avenida Nevsky y cruzar el arco del Estado Mayor nos encontramos con la Plaza del Palacio y, de frente, la fachada del edificio de dos plantas, de color verde y blanco y columnas con capiteles dorados, de estilo barroco isabelino, obra de varios arquitectos, pero principalmente de Bartolomé Rastrelli.

Conviene tener en cuenta que las colas para entrar, en especial, en temporada alta suponen una demora de alrededor de una hora. Actualmente se accede desde la plaza del Palacio —hace doce años se entraba por el lado del malecón del Neva— a un patio donde te encuentras dos filas, una para visitantes sin entrada y otra, muy rápida, para los que disponen de ella, bien porque vienen con un grupo organizado o porque la sacaron previamente por internet. El museo cierra los lunes.


Vista del Hermitage desde el Neva (foto de Manuel Navarro)
Entrada al patio de acceso al museo desde la Plaza del Palacio (foto de Manuel Navarro)
Sala del Pavo Real (foto de Manuel Navarro)
Patio interior (foto de Manuel Navarro)

Mosaico romano en la Sala del Pavo Real (foto de Manuel Navarro)
Vista del Neva y la Fortaleza de Pedro y Pablo desde el Hermitage (foto de Manuel Navarro)

El Hermitage dispone de una colección de más de tres millones de piezas compuesta por antigüedades romanas y griegas, cuadros y esculturas europeas, arte oriental, arte ruso, piezas arqueológicas, joyas o armas, entre otros objetos de arte. Su pinacoteca está considerada como una de las más completas del mundo, entre cuyas pinturas cabe señalar la pintura italiana de los siglos xiii al xix , con obras de Tiziano, Leonardo da Vinci, Rafael, Tintoretto, Veronés, Tiépolo o Caravaggio; la pintura española con autores como Goya, Velázquez, El Greco, Zurbarán, José Ribera o Murillo.

Rafael (foto de M. Navarro)
Leonardo da Vinci (foto de M. Navarro)

Bellotto (foto de M.Navarro)
Goya (foto de M. Navarro)
El Greco (foto de M.Navarro)
La pintura flamenca, con más de 500 cuadros de Rubens, Rembrandt —una de las mayores colecciones del mundo— y otros pintores; la pintura alemana, con artistas como Lucas Cranach, Ambrosius Holbein o Anton Raphael Mengs; la pintura inglesa con unos 450 cuadros y la pintura francesa de los siglos xv al xviii.


Una de las salas de Rembrandt (foto de M. Navarro)
Rembrandt (foto de M.Navarro)







Rembrandt (foto de Manuel Navarro)

Rembrandt (foto de Manuel Navarro)

Dispone también de una importante colección de pintura impresionista y expresionista, en especial, francesa —en la que se incluyen 31 picassos — con obras de Monet, Renoir, Pissarro, Cézanne, Gauguin, Matisse o Picasso; y alemana y rusa, entre la que cabe destacar a Kandinsky.


Picasso (foto de Manuel Navarro)
Guerin (foto de Manuel Navarro)


Matisse (foto de Manuel Navarro)

Paul Gaugin (foto de Manuel Navarro)
Después de visitar el museo conviene, si quedan ganas y fuerzas, pasear por el malecón del Neva, tomar una cerveza en uno de los quioscos y acercarse hasta la plaza del Senado para ver la estatua ecuestre de Pedro I, llamada también «El Caballero de Bronce». 

Caminando hacia la plaza del Senado (foto de M. Navarro)


jueves, 7 de agosto de 2014

Notas sobre San Petersburgo (IX).Nevsky prospekt

«¡Qué caracteres tan extraños encuentra uno en la perspectiva Nevski! Hay allí infinidad de gentes que al ver a usted le mirarán irremisiblemente a los zapatos, y si usted pasa sin detenerse, se volverán de fijo para mirarle a los faldones.» La perspectiva Nevski. Nicolai Gogol.


Avenida Nevsky, llegando a plaza Ostrovskogo (foto de Manuel Navarro) 


Nevsky prospekt o avenida Nevsky (o del Neva) es una de las principales arterias de San Petersburgo y posiblemente una de las más bellas del mundo.


Avenida Nevsky, 49, fachada del hotel Radisson (foto de Manuel Navarro) 
Perspectiva Nevsky, caminando hacia el río Fontanka (foto de Manuel Navarro)
Con sus 4.7 km de longitud es, después de la avenida de Moscú, la más larga de la ciudad. Tiene dos tramos, el más céntrico y ancho que va desde los aledaños del Almirantazgo y la plaza del Palacio hasta la plaza Vosstaniya, donde se encuentran el obelisco de los héroes de Leningrado y la estación de ferrocarril de Moscú; y el tramo más estrecho que el anterior, que va desde esta plaza hasta el monasterio de Alexander Nevsky.

Obelisco de los héroes de Leningrado (foto de Manuel Navarro)
Estación de Moscú (foto de Manuel Navarro)

Es la avenida donde se pueden encontrar edificios tan singulares como el palacio neobarroco Beloselsky-Belozersky o los antiguos Almacenes Yelisev (hoy es no solo una tienda, también un lugar donde tomar un café y un dulce), o la plaza Ostrovskogo con la estatua de Catalina la Grande y el teatro Alexandriski (el más antiguo de la ciudad),  la catedral de Kazan o la iglesia del Salvador Sobre la Sangre Derramada, la torre de la Duma o el palacio Ostróganov; una avenida limpia donde la ciudad palpita las veinticuatro horas del día, donde sentarse en una terraza de verano a disfrutar de una cerveza Baltica, o una pizza, o un buen plato de pasta a la marinera en el restaurante Marcelli's; o en el restaurante español Las Torres donde puedes comer una buena paella; una avenida con excelentes hoteles como el Europa, el Radisson o el Corinthia.



Terraza de verano de uno de los restaurantes de la avenida Nevsky (foto de Manuel Navarro)

Palacio Belosersky- Belozersky (foto de Manuel Navarro)
                                                                                 
Almacenes Yelisev (foto de Manuel Navarro)
Plaza Ostrovskogo (foto de manuel Navarro)


Limpieza de la acera de la avenida Nevsky (foto de Manuel Navarro)
La avenida del Neva es la calle adonde acudir para hacer tus compras en los centros comerciales como el histórico Gostiny Dvor o El Passage o en tiendas como Zara o Benneton.


Una de las entradas a los Almacenes Gostiny Dvor (foto de Manuel Navarro)


Collares de ámbar (foto de Manuel Navarro)

Bebidas (foto de Manuel Navarro)

Cajitas lacadas (foto de Manuel Navarro)









El Passage (foto de Manuel navarro)










Una de las dos tiendas de ZARA en la Avda. Nevsky (foto de Manuel Navarro)

Por el lado ancho la cruzan tres canales: Fontanka, Grivoédov y Moika, en ese orden yendo desde la plaza Vosstaniya. El puente Anichkov sobre el primero es uno de los más bellos de San Petersburgo.

Vista de uno de los cuatro caballos del puente Anichkov (foto de Manuel Navarro)

Vista del puente Anichkov y perspectiva Nevsky (foto de Manuel Navarro)

Torre de la Duma (foto de Manuel Navarro)

Al final del recorrido, andando desde la plaza Vosstaniya, a la derecha te encuentras con el Arco del Estado Mayor General a través del que puedes acceder a la plaza del Palacio y al museo Hermitage o seguir hasta encontrarte con el río Neva, navegable en verano y helado en invierno.

Una avenida que merece ser recorrida varias veces, y cruzarse con la gente, abrir bien los ojos y disparar la cámara de fotos sin descanso, incluso volverse para admirar a una rusa de cabello dorado y altura increíble con zapatos de tacón alto. Gogol tenía razón.

Vista de la plaza del Palacio y la columna de Alejandro (foto de Manuel Navarro)

Vista de la plaza del Palacio desde el Hermitage (foto de Manuel Navarro)